Creo con toda convicción en el poder de nuestras historias, de la narrativa que tenemos de cómo debe ser la vida y cómo deben ser las cosas. Creo, además, que aprender a revisar nuestras historias y a contar unas nuevas es de las habilidades que más beneficio pueden traer a nuestras vidas.
Gracias Caro por compartir de manera tan práctica!
Nuestros pensamientos cuentan historias, y no nos damos cuenta pero todo es una historia, y les damos una interpretación que nos hace vivir esa historia. En ocasiones esas historias son tristes o alegres, nos mueven o nos detienen.
La primera vez que me pidieron que contará mi historia fue muy natural, era la historia que llevaba años contándome y contándole a otros. Además de natural para mí, era como si la supiera de memoria, y ya sabía cómo contarla para que causara el impacto que yo que quería que tuviera en otros.
Luego me enseñaron a ver el impacto que esa historia tenía en mí:
- En cómo me sentía después de contarla, con más o menos energía.
- Si la historia me movía a hacer las cosas diferentes o a hacerlas iguales.
- Si al contarla me empoderaba o por el contrario era un obstáculo o una disculpa más para no…
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