Al primero que le escuché esto fue a Julio Olalla hace ya como 7 años.
Hoy en día no me cabe la menor duda que además de poder potenciar el aprendizaje y la educación a través del emocionar, es valioso damos cuenta que no es discrecional ni opcional: todo lo que aprendemos lo aprendemos desde un espacio emocional! Sólo piensa, qué aprendiste desde la emoción de la alegría? Qué desde el medio? Qué desde el entusiasmo? Cuánto nos enseñan y enseñamos en contextos de culpa?Etc. Etc.
Es inevitable, es parte de quién somos.
Qué bien que la neurociencia, o más bien, un neurocientífico nos invita a mirar este mundo emocional al servicio de la educación.
Sin emociones no puede haber atención, ni aprendizaje ni memoria.
Francisco Mora (Granada, 1945), doctor en Neurociencia por la Universidad de Oxford y catedrático de Fisiología de la Universidad Complutense, ha publicado Neuroeducación (Alianza), un volumen con el que pretende desarrollar “las preguntas centrales que son de interés y preocupación en el mundo de la enseñanza a cualquier nivel y ayudar a desentrañar las claves de cómo contestarlas a la luz de los conocimientos mas recientes…
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